Los filtros decloradores y los filtros de ósmosis se usan en cultivo exterior e interior, respectivamente. Los primeros filtran este elemento nocivo para las plantas, y los segundos reducen la cantidad de sales presentes en el agua. Al reducir la conductividad inicial del agua, se tiene un margen mayor para añadir los fertilizantes y aditivos, necesarios para obtener una cosecha de marihuana de calidad máxima. 

Los filtros de cloro tienen un par de etapas, una para eliminar sedimentos y otra para el cloro y componentes orgánicos. Los equipos de ósmosis inversa constan de varias etapas, las mismas que en el caso anterior, más una membrana con dos salidas: elimina agua cargada con las sales por una salida y deja pasar el agua filtrada por la otra.