Los filtros de carbón son el sistema más utilizado para eliminar el olor a marihuana en un cultivo interior. Se trata de un cilindro de doble pared, abierto por una de las bases, a la que se conecta el conducto o tubo de ventilación. Este cilindro tiene una capa de carbón activo entre sus dos paredes capaz de neutralizar los terpenos que emiten las plantas (responsables del olor), siempre que la humedad relativa sea inferior al 75%.