En un cultivo interior es esencial controlar el clima, pues se trata de recrear el entorno perfecto para que las plantas se desarrollen adecuadamente. Los dos elementos básicos que necesita una planta de su entorno son el dióxido de carbono y el oxígeno. El dióxido de carbono es imprescindible durante la fotosíntesis. El oxígeno se usa para respirar.

El aire del exterior está repleto de CO₂, por lo tanto, los cultivos en interior deben ser controlados para reproducir la atmósfera exterior. En el armario o habitación de cultivo es muy importante la presencia de extractores que renueven el dióxido de carbono. 

Estos extractores desempeñan otra función básica en los espacios de cultivo interior. A consecuencia del calor producido por la bombilla, el aire de un armario (o una habitación) rápidamente se calienta y se estratifica, por lo que la renovación del aire mediante un extractor es vital.

Para una renovación de aire óptima sin problemas, debemos proveernos de un extractor del caudal requerido por tu sala, no es bueno sobredimensionar la salida de aire. Un controlador del revoluciones del extractor ayuda a controlar la temperatura de manera automática ya que poseen distintos sensores de humedad y temperatura según el modelo. 

Los ventiladores son necesarios para evitar que el aire se estratifique en diferentes capas de temperatura, con el crearemos una brisa desde la entrada del aire hasta nuestro extractor.