Muchos de vosotros habréis escuchado de un amigo o conocido las palabras cultivo hidropónico. Es una palabra compuesto por dos términos griegos: hidro y ponos, que significa agua y trabajo, respectivamente. Por lo tanto, la palabra hidroponía significa cultivo en agua, ni más ni menos. Pero, cómo se puede cultivar una planta en agua? ¿no necesita un sustrato del que alimentarse? En este post vamos a explicar como funcionan los cultivos hidropónicos de marihuana paso a paso.
Las plantas pueden desarrollar su ciclo vital sin necesidad de tener las raíces creciendo en la tierra, siempre que el agua cumpla una serie de requisitos, digamos que el agua tiene que estar viva para poder sustentar el crecimiento de la marihuana.
Es necesario saber que, no importa cuál sea el medio en el cual crecen (tierra, aire o agua) las plantas absorben su alimento en forma de iones disueltos, en presencia de oxígeno. En el agua, a medida que se consumen el alimento y el oxígeno, es necesario reemplazarlos.
Como apunte para los curiosos, la esencialidad de los distintos elementos minerales (N, P, K, Ca, S…) se descubrió gracias a los cultivos hidropónicos experimentales. Al no haber un suelo que proporcionara nutrientes a las plantas, los investigadores debían ir probando con distintas sales minerales hasta dar con la composición adecuada. De esta forma se supo qué nutrientes eran imprescindibles para lograr el desarrollo completo de la planta (definición de esencialidad).
El sistema de cultivo hidropónico de marihuana, permite un crecimiento espectacular de la planta siempre que se controlen tres factores: pH, electro conductividad y oxígeno disuelto en la solución nutritiva. El papel del cultivador en estos cultivos es coordinar el aporte de agua, abono y oxígeno con las necesidades de la planta, para obtener un rendimiento excelente y cogollos de la mejor calidad.
En los últimos años, se han logrado enormes progresos en el arte del cultivo hidropónico de marihuana. A finales de los años setenta en los Estados Unidos, varios fabricantes diseñaron y crearon sistemas hidropónicos de tamaño pequeño, aplicando las mismas tecnologías de la industria de los invernaderos. Hay muchas ventajas en cultivar la marihuana en hidroponía:
– Aumento significativo de la cosecha.
– Reducción del ciclo vegetativo/ productivo.
– Máxima expresión del potencial genético de la planta.
– Mejor control de la nutrición de la planta.
Como estos sistemas están relacionados con el uso de una gran cantidad de agua, se podría pensar que la hidroponía es una forma de dejar las plantas desatendidas por un tiempo. Grave error: su metabolismo potenciado requiere mucha atención de tu parte. Esta no es una forma de ahorrar tiempo en el mantenimiento de tu interior, es una manera de mejorar todos los resultados.
Todas las modalidades de cultivo hidropónico casero o profesional se caracterizan por el uso de una bomba que hace circular la solución nutritiva. Vamos a hacer un repaso de las distintas técnicas de cultivo.
Sistema de flujo/reflujo
En este sistema, la solución nutriente sube desde el depósito hasta la bandeja y la llena a intervalos regulares. Luego vuelve al tanque por gravedad, por una o más perforaciones en la parte inferior de la bandeja. El depósito está colocado debajo, para ahorrar espacio. Para mantener las plantas en su sitio, la bandeja se puede rellenar con piedras de arcilla expandida (arlita).
Gracias al movimiento del nivel de agua arriba y abajo, el sistema de “Flujo y Reflujo” asegura una oxigenación excelente, condición indispensable para un buen sistema hidropónico. Aquí también el ciclo de agua es crucial para impedir daños en las raíces por humedad excesiva o deshidratación. Son sistemas muy buenos pero requieren tiempo hasta familiarizarse con ellos. No es raro experimentar cierta frustración con los primeros intentos.
Sistemas por goteo
A partir de una tubería principal, tubos de riego secundarios llevan la solución nutriente de forma individual a cada planta. La circulación está regulada por un temporizador de riego que controla la bomba a intervalos de segundos. Este sistema utiliza grandes bandejas rectangulares donde se han colocado planchas de lana de roca, fibra de coco o vermiculita, sobre las cuales ha enraizado la planta. Un depósito situado debajo recoge la solución nutritiva sobrante, que luego se recicla.
Los sistemas por goteo son fiables y fáciles de usar. Hasta cierto punto, el medio protege las raíces de variaciones repentinas de temperatura e higrometría y más generalmente, de errores del usuario. En estos sistemas el ciclo de irrigación es delicado: demasiada agua y las raíces mueren por falta de oxígeno. Poca agua y las sales tienden a cristalizarse en el tiesto, interfiriendo en la absorción de las raíces.
También hay un problema de residuos: tienes que cambiar el medio con cada cosecha, generando desperdicios que se tienen que sacar del cultivo y pueden suponer un fuente de sospechas ante los vecinos. Para evitar este problema de residuos, GHE ha desarrollado un sistema que funciona con arcilla expandida. Este “sustrato” puede volverse a utilizar tantas veces como queramos, teniendo la precaución de darle un baño de agua y agua oxigenada después de cada cultivo.
El sistema se llama Dutch Pot Hydro y ha tenido una gran aceptación entre los cultivadores profesionales, gracias a su versatilidad. En las épocas más frías también se puede utilizar como un sistema aeropónico, vaciando la arcilla y poniendo una tapa con soporte para macetas de rejilla. En caso de usarlo cómo aeropónico deberemos aumentar la frecuencia de riego.
N.F.T: Nutrient Film Technique
Desarrollados en Inglaterra en los años 60, son los primeros sistemas verdaderos de cultivo en agua. Como dice su nombre, la solución nutriente circula como un flujo por medio de una bomba constantemente, en forma de lámina de agua. Se utiliza una recipiente metálico o de plástico ligeramente inclinado, cubierto por una lámina de material absorbente. Las plantas jóvenes se colocan sobre la tapa, enraizadas en un cubo de lana de roca o similar. Un canalón ubicado en la parte más inferior del recipiente recogerá la solución para llevarla de vuelta al depósito.
En lo que concierne a la oxigenación, estos sistemas son buenos. Sin embargo, las plantas no sobrevivirán a un corte largo de corriente eléctrica. Si el fallo se produce en un momento malo como puede ser un día de temperaturas muy altas, las plantas sólo sobrevivirán unas pocas horas. Otro problema es que cuando las plantas se vuelven demasiado grandes, la masa de raíces tenderá a comprimirse, dificultando la absorción de agua y nutrientes.
Aeroponia
Esta tecnología fue desarrollada al mismo tiempo en Israel y en la Universidad Davis de California, en los años 70. Siendo sistemas de circulación cerrada, no son una amenaza para el medio ambiente, pues el volumen de agua desperdiciada es mínimo, tan sólo se cambia el agua un par de veces a lo largo del cultivo.
La aero-hidroponia utiliza bombas de agua muy potentes capaces de atomizar el agua en diminutas gotas, o bien bombas de aire que desplazan la solución nutriente. Se trata de un cubo pequeño con el fondo perforado y lleno de arlita que se utiliza como soporte físico para las plantas. Este primer recipiente se adapta a un segundo recipiente más grande: el depósito. Una bomba de baja potencia, oxigena continuamente el agua del depósito.
Por una columna de bombeo la solución nutriente sube a la parte superior de la unidad, se pulveriza y luego fluye sobre las raíces por la fuerza de gravedad, de vuelta al depósito. Estos tiestos son excelentes para plantas madres, de las que se quiere obtener gran cantidad de esquejes. Son unidades muy buenas, pero al ser dependientes de un depósito secundario, tienen que vigilarse de cerca: una planta grande, con tiempo caluroso consumirá toda el agua en pocos días. Uno de los sistemas para una sola planta es el AQUAFARM de General Hydroponics.
Estos sistemas, también existen en forma de módulos, como el Panda Aero de GHE: brindan una saturación del nivel de oxígeno a la zona de las raíces y un crecimiento espectacular. Tampoco originan desperdicios: los cuencos y la arcilla se pueden volver a utilizar una y otra vez (tras desinfectarse). Hay que tener en cuenta que, estando las raíces directamente inmersas en el agua, la temperatura en la zona radicular puede ser peligrosa. Estas unidades trabajan mejor en un espacio bien ventilado.
Parámetros en un cultivo hidropónico de marihuana
El agua es el factor más importante en todos los cultivos, ya sea fuera de la tierra o en ella. En el suelo, las bacterias descomponen la materia orgánica en elementos nutritivos que son absorbidos por las plantas, pero sólo con la presencia de agua. El agua es el componente principal en cultivo hidropónico de marihuana, es por este motivo que la calidad del agua es de enorme importancia.
La mayoría de las personas utilizan el agua del grifo, que tiene diferentes características según sea su proveniencia. Para un cultivador serio, es imprescindible disponer de un equipo de osmosis inversa para montar cultivos hidropónicos que den máximo rendimiento. Hay tres factores esenciales a tener en cuenta cuando uses agua como medio de cultivo:
1. Sales solubles y EC
2. Dureza del agua y pH
3. Oxigenación y temperatura del agua
Debes comprobar la solución con regularidad, ya que diversos factores pueden modificar su calidad. Debes lograr una solución nutritiva bien equilibrada, con la cantidad exacta de sales minerales disueltas, para que tu planta reciba todos los elementos que necesita. Tienes que controlar todos los parámetros que puedan inducir a deficiencias o excesos o, aún peor, a toxicidad. Para hacerlo, necesitarás dos herramientas fundamentales para hidroponia: medidor digital de EC y medidor de pH (o un test de gotas en su defecto).
Sales solubles y electro conductividad
Las sales disueltas son las que permiten al agua conducir electricidad. El agua pura no tiene conductividad ya que no hay sales conductoras. La cantidad de sales solubles en agua se mide por la electro-conductividad (EC). Es muy importante saber que esta lectura no te dirá todo lo que hay en el agua, pero indicará si el nivel general de sales es suficiente, y ésta es básicamente la información que necesitas.
Muchas aguas tienen un EC de 0,5 a 0,8. En algunas ciudades puedes encontrar niveles aún más altos (aguas muy duras). Entre los elementos más comunes que se encuentran generalmente en el agua están el carbonato de calcio y el de magnesio. Como el calcio y el magnesio son nutrientes importantes para las plantas, el agua con niveles razonables de estos elementos pueden ser buenas para cultivos hidropónicos. Pero un exceso de calcio se puede unir con el fósforo para formar fosfato de calcio, que no es soluble y por lo tanto no llegará al cultivo. La manera correcta es comenzar con agua de calidad y agregar la combinación ideal de nutrientes.
Cuando hace calor, las plantas transpiran grandes cantidades de agua y entonces verás que la EC tiende a subir. En esta etapa se recomienda rellenar el depósito con agua blanda (con el pH ajustado) para bajar la EC a niveles razonables. Dependiendo de la variedad y el estadio del cultivo, las plantas absorberán más o menos fertilizantes. Cuanto más rápido crezcan, más solución nutritiva absorberán.
Como las plantas consumen nutrientes y agua, la concentración de éstos cambiará y por ello es importante controlar los niveles de EC con regularidad. Ajustar la EC a niveles correctos es una tarea simple: por lo general encontrarás pautas de aplicación completas en las etiquetas de fertilizantes, como también informaciones sobre manejo de abonos en las instrucciones de los sistemas de cultivos hidropónicos de calidad.
Dureza del agua y pH
La dureza del agua se define como la medida del contenido de calcio y magnesio en el agua. Las letras pH son la abreviatura de “potential Hydrogen” (potencial de Hidrógeno) y se refiere a los iones de hidrógeno de carga positiva (H+) relativos a los iones de hidroxilo de carga negativa (OH-). La escala de pH va de 0 a 14; 7 es neutro (igual número de H+ y OH-). En términos generales, el agua dura tiene un pH alto y el agua blanda un pH neutro.
Las mejores marcas de fertilizantes ofrecen fórmulas nutritivas para aguas duras y aguas blandas, para servir la que mejor se adapte a tu agua. Normalmente el agua de la red municipal tiende a fluctuar en pH y EC, ya que el nivel freático sube y baja según las estaciones, pero por lo general siempre estarán presentes los mismos elementos. Muy a menudo las aguas municipales tendrán un pH de 7 a 8, que es demasiado alto para tus plantas. Nosotros recomendamos mantener un valor de pH entorno a 6.
El pH afecta directamente la disponibilidad de muchos elementos, especialmente a los micro nutrientes. Un pH demasiado bajo puede incidir en un incremento de la disponibilidad de los micronutrientes, que puede conducir a toxicidad. Un pH demasiado bajo causa:
– Toxicidad por hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu)
– Deficiencia en calcio (Ca) y magnesio (Mg)
Un pH demasiado alto bloqueará algunos elementos que entonces no estarán disponibles para la planta:
– Carencia de hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu), Boro (B).
La mejor forma de controlarlo es ajustar el pH del agua, mezclando los nutrientes, dejando reposar un rato para estabilizarlos, luego comprobando y ajustando nuevamente el pH. ¿Por qué se debe ajustar el pH antes y después? Agregar los nutrientes en un pH bien ajustado permitirá que los muy preciados quelatos no se destruyan. Al ajustar nuevamente, podrás estar seguro que las raíces estén bañadas por la solución nutritiva adecuada.
Cómo ajusto el pH del agua?
Ajustar el nivel de pH es una tarea simple si disponemos de un medidor electrónico:
• Cuando el nivel de pH es demasiado alto tienes que agregar un ácido o pH Down para bajar el pH.
• Cuando el nivel es demasiado bajo tienes que agregar una base o pH Up para aumentar el pH. Puede ser de ayuda saber que el agua normal del grifo tiene un pH suficientemente alto, así que puedes agregar un poco y elevar tu pH con poco gasto.
A medida que las plantas crecen, comprueba los niveles de pH regularidad. Puedes permitir que el nivel de pH oscile entre 5.5 y 7.0 sin necesidad de ajuste. Es normal que el pH baje por un tiempo y luego vuelva a subir. Este cambio indica que tus plantas están absorbiendo bien los nutrientes.
Los medidores de pH son bastante seguros (cuando están bien calibrados). Los valores de pH sólo son tan buenos como la última calibración, si no los calibramos de forma regular (por lo menos una vez al mes) podemos incurrir en errores fatales para nuestras plantas. Para calibrar estos aparatos existen dos líquidos: calibrador pH 4 y calibrador pH 7. Cuando compráis un medidor digital es necesario calibrarlo antes de usarlo por primera vez.
En todo caso y para prevenir acumulaciones de sal y también infecciones de patógenos, es recomendable cambiar la solución nutritiva al menos dos veces durante el cultivo.
Temperatura y oxígeno soluble
La temperatura del agua es otro factor importante. Si la solución está demasiado fría o demasiado caliente, los esquejes no enraizarán y las plantas tendrán un crecimiento lento. La marihuana crece bien en hidropónico con una temperatura del agua alrededor de 18ºC. Cuando agregues agua al depósito es aconsejable que esté lo más cerca de la temperatura del agua que ya se encuentra en él. A las plantas no les agradan los cambios bruscos de temperatura, especialmente en la zona de las raíces.
Uno de los puntos clave en cultivos hidropónicos es la oxigenación. Por lo general, un buen sistema hidropónico proporcionará gran cantidad de oxígeno a la solución gracias a su bomba de aire. Pero la temperatura influirá en el contenido de oxígeno de la solución. Cuanto mayor sea la temperatura menos oxígeno quedará en la solución.
Con carencia de oxígeno, prospera todo tipo de enfermedades y patógenos, incluyendo el muy temido pythium. Por lo tanto, asegúrate de mantener el agua a temperatura ambiente, lo más próximo a los 18 ºC. Para conseguirlo, puedes añadir hielo poco a poco al depósito, o instalar un chiller. Este aparato es un enfriador de agua al que enviamos la solución del depósito mediante una bomba, y la devuelve con la temperatura programada.
Con este último apunte nos despedimos hasta el siguiente post. Cómo siempre, os animamos a que dejéis vuestros comentarios y a compartir experiencias con el equipo de Cactus Martorell. Saludos y buenos humos!
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